domingo, 6 de marzo de 2016

El Museo Arqueológico Nacional de Madrid

En 1830, varias instituciones y academias crean la idea de un museo de Antigüedades, reuniendo las obras de gabinetes que tenía repartida la corona, recopilando así una serie de antigüedades sin ningún contexto arqueológico.  La muerte de Fernando VII frustraría la materialización de esta idea, pero sin duda tuvo gran importancia la existencia de estos gabinetes y colecciones de antigüedades para la posterior creación del Museo Arqueológico Nacional.
Palacete del Casino de la Reina 

El museo tuvo su origen sobre papel el 20 de marzo de 1867 en el Casino de la Reina. Esta posición de dicho museo iba a ser temporal mientras se terminaba de construir el Palacio del Paseo de Recoletos, pero esta estancia se prolongo veintiocho largos años.  Este Casino de la Reina había sido desvinculado del Patrimonio de la Corona dos años antes por Isabel II, quién tendría gran importancia en la influencia de la creación de dicho museo. Debido a la revolución de 1868 con la que se vio afectada el museo, no sería hasta el 9 de julio de 1871 cuando se realizaría la solemne inauguración presidida por el rey Don Amadeo I (1845-1890).

Las primeras colecciones que empezaron a formar parte de este museo provenían de la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Ciencias Naturales, la Escuela Superior de Diplomática, la Academia de San Fernando y otros organismos públicos.  Hay que destacar entre ellas, la colección monetaria y clásica de la Biblioteca Nacional y  por parte del Museo Nacional de Ciencias Naturales la colección de objetos arqueológicos americanos, aunque tenía una variadísima colección con materiales provenientes incluso de China y Japón.  Por supuesto, a todo esto se añadió las donaciones de particulares a las que se animaba ya en el Decreto fundacional del Museo, la labor por parte de las Comisiones Científicas y de Conservadores en la búsqueda de piezas y las piezas llegadas de expediciones.

Una de las salas de México en la Exposición
Histórico-Americana
de 1898

Aprovechando las Exposiciones conmemorativas del IV Centenario del Descubrimiento de América, se empezaron a trasladar al actual ubicamiento del  Museo Arqueológico Nacional piezas para las diferentes exposiciones internacionales, entre ellas la sección etnográfica para la Exposición Histórico-Americana de 1898. La instalación completa del Museo en el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales se realizó en 1893, con un espacio menor del que se había acordado en un primer momento y teniendo que compartir el edificio con la Biblioteca Nacional. Así pues se intentaron distribuir las colecciones de la forma más ordenada posible, en un edificio que poseía dos patios techados (romano y árabe), con quince salas en la planta baja y trece salas en la planta segunda. Se aprovechó también la decoración que Arturo Mélida había realizado para la Exposición Histórico-Natural y Etnográfica, ambientando así las salas según su temática.

Patio Árabe en 1895











Sala Antigüedades egipcias en 1917


Hacia 1933 se realizaron una serie de remodelaciones en el museo, buscando un sentido más funcional y más moderno, y creando pavimentos, muros y techos acordes con los objetos exhibidos, así mismo se buscaba el interés del pueblo medio y no solo del erudito, por ello se disminuyeron las piezas exhibidas.
  
En la Guerra Civil las salas se protegen creando un andamiaje, lo que provocó que la decoración ambiente se perdiera. Además entre 1938 y 1939 el museo fue saqueado y algunas colecciones desaparecieron. El periodo de posguerra se caracterizó por la reconstrucción y una sensación de provisionalidad debido entre otras cosas a la creación del Museo de América (inaugurado en 1944) que se mantendría en una parte del Museo Arqueológico temporalmente, y por otra parte de unas obras en las instalaciones, sobre todo en los patios, que se mantendrían paralizadas por falta de presupuesto hasta 1951, empujando así a crear un museo abreviado. A pesar de estas circunstancias, en 1943 se realiza una exposición de apertura del museo, con gran importancia por la devolución de la Dama de Elche.

Patio Romano en 1957
Se prosiguieron con las obras a partir de 1952 buscando un prestigio político-científico debido al IV Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas que se celebraría en Madrid. A lo largo del siglo XX, el museo recibió piezas donadas por parte de particulares, de expediciones arqueológicas, o intercambios y compra de piezas. 

A partir de 1968, se realizaran de nuevo cambios en el museo, ampliándolo al máximo del recinto, reinstalando todas las colecciones con nuevos conceptos museográficos, y realizando gran número de actividades de difusión como exposiciones temporales, publicaciones, conferencias, etc.  Todas estas remodelaciones en el museo supondrán la perdida de la idea inicial y arquitectónica del museo, no siendo hasta la reforma del 2013 cuando se recupera parte de ella con los patios. 

Mónica Requejo, 06 de Marzo de 2016



Fuentes:

POUS, M. (coord.) (1993): De Gabinete a Museo: tres siglos de Historia. Catálogo de la exposición en el MAN, Madrid.


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